Bienvenida
Aquí está el lugar donde una vez dijiste adiós,
desde donde un día partiste para huir.
Y quizás para no volver a ver,
una ciudad enmascarada.
Ahora, el olor a verano marchito,
leña quemada que trae el invierno,
hojas caídas por el viento.
Te remueven el alma.
Y vuelves a casa,
para conocer lo conocido,
para pisar lo pisado,
para amar lo odiado.
Nadie dijo que sería fácil.
La libertad no tiene precio.
Y buscar lo anhelado,
tampoco.
Respira, sonríe.
Toma mi mano,
Te acompañaré hasta la próxima partida.
Si es que la hubiera.
Y.G.F.